martes, 15 de marzo de 2011

Margarita




Dos semanas intensas, muy mucho intensas, como digo yo...
Una noticia inesperada que rompió todos mis esquemas, mientras matando el tiempo disfrutaba de un vicio con la fotófraga y querida lily .
No hay nada como la ingenuidad, cuando es realmente ingenuidad ; Javi y Alberlo lo saben, en realidad no, es genial.
Entre tanto, coinciden fechas, se superponen unas con otras haciendo aún más díficil este trago.
Pero todo lo malo trae consigo: un aprendizaje, una moraleja, un guiño, una mano o incluso dos.
Mención especial a un cumpleaños en un entierro; en cual todos extrapolamos y nos dejamos a un lado para ceder el protagonismo , por una vez "en la vida",a la mejor mujer que he conocido y creo, conoceré. Ella es preciosa: su frente, sus manos están arrugadas, su espalda torcida y arqueada,sus piernas frágiles pero valientes,sus ojos verdes dejan ver a la perfección la suma bondad. Ella es mi abuela. Margarita, pero Fina para quienes la queremos, sí, se llama Fina.
Y sonaba la canción que ella quería en lugar menos merecido, aunque la vida así lo había previsto.
Es la más bajita de los mayores, la más fragil y delicatita  y sin embargo, siempre tira del carro y va delante de todos, con todos sus complejos y carencias físicas. Toda una lección de superación y amor a la vida digna de ser admirada, y aunque utópico para el resto, inmitada.
¿Dios? ¿Injusto? ¿Ley de vida? ¿destino?... ¿quién sabe?, no pienso perder el tiempo buscando respuestas irracionales, porque sería tiempo que dejaría de pensarla, de soñarla; de olerla, de escucharla, de obserbarla: de RECORDARLA, y no, no pienso hacerlo.
Recuerdos que duelen ,pero a la vez esbozan sonrisas, y con estos últimos me quedo.
Creo que nunca te había dicho lo mucho que te quería de corazón a corazón, de ojos verdes a ojos verdes, y hoy ya no puedo hacerlo, pero estoy segura de que lo sabías, muy mucho segura como digo yo...